Y la dirección de tan mañoso equipo, la abuela, que con paciencia coordinó a los gremios participantes.
Acabaron recogiendo todo el material de construcción sobrante, pidieron permiso para poner pegamento en el camino de acceso para "asfaltarlo" con arena, y aceptaron con cariño que el pequeño de manos torpes que apenas participó, se quedara con el botín.
Siempre apostaremos por las ventajas de la interrelación nietos-abuelos, por los efectos beneficiosos para ambos. A la vista está que merece la pena.
Mis más sinceras felicitaciones al equipo y a la dirección que coordinó, tan encantadora obra!
ResponderEliminarUn monumento de cartón a la paciencia y el cariño :-)
Esta es la primera de las casas de un entrañable puedo.
ResponderEliminarA qué sí?
bss,
Eyyy que no es una casa.... eso es el castillo de la princesa!!!!!!
ResponderEliminarMis felicitaciones a los arquitectos.
Un biquiño petonero.
Mevamaleta: lo mejor fue cuánto disfrutaron todos... y el silencio que disfruté yo todo ese tiempo. Es una obra de arte en miniatura.
ResponderEliminarMeloenvuelve: la única pena es que luego no sabes qué hacer con estas cosas, y suelen acabar en la basura. Pero siempre podrán construir más.
Dolores: sí señora, un castillo de princesa... Bicos
qué bonito. La creatividad, mueve montañas y nos alegran la vista a los que la apreciamos.Buenísimo trabajo, como de costumbre :)
ResponderEliminarYo también felicito a los artistas. A los peques, y a la mayor.
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