Només tinc record de la iaia i la padrina. La iaia que vivia a prop és la culpable de la meva passió per les labors, ella ens cuidava mentre els meus pares treballaven i m'ensenyava punt de creu, cadeneta, mitja...Va morir un mes abans del nostre casament i en els ultims dies quan encara tenia el cap clar va insistir en pagar els anells. La meva altra àvia, la padrina, es desvivia cada vegada que anaba a veure-la, ¡¡que bona estava la pilota del caldo!! tanco els ulls i la veig a la cuina amb l'olla al foc a l'estufa de llenya i aquella olor...el dia de la meva boda no va venir,era gran i estava malalta, quan van sortir de l'església vam anar a veure-la i no em va reconeixer.
És trist, les persones que mes afecte els tènia no van estar en un dels dies més importants de la meva vida.
Van ser unes dones fortes, treballadores, van patir gana, guerra i moltes penúries i a mitja vida es van quedar sense company i van seguir endavant amb la familia, ens ho van donar tot, el seu amor, la paciéncia, abraçades quan ens sagnava el genoll de les caigudes de la bici, com curaba alló...les migdiades al seu llit mentre m'explicava histories, i molt més, 15 ratlles?? és poc per explicar-ho, només puc afegir que les trobo molt en falta.
MONTSE Y LAS LABORES
Solo recuerdo a la yaya y a la "padrina". La yaya que vivía cerca es la culpable de mi pasión por las labores; ella nos cuidaba mientras mis padres trabajaban, y me enseñaba punto de cruz, cadeneta, media,...Murió un mes antes de nuestra boda, y en los últimos días, cuando todavía tenía la cabeza clara, insistió en pagar los anillos. MI otra abuela, la padrina, se desvivía cada vez que iba a verla, ¡¡qué rica estaba la pelota del caldo!!! cierro los ojos y la veo en la cocina con la olla en el fuego, en la estufa de leña, y aquél olor... el día de mi boda no vino, era mayor y estaba enferma, al salir de la iglesia fuimos a verla y no me reconoció.
Es triste, las personas a las que más afecto tenía no estuvieron en uno de los días más importantes de mi vida. Fueron unas mujeres fuertes, trabajadoras, padecieron hambre, guerra, y muchas penurias, y a media vida se quedaron sin compañero y siguieron adelante con la familia. Nos lo dieron todo, su amor, la paciencia, abrazos cuando nos sangraba la rodilla de las caídas de la bicicleta... cómo curaba, aquello. Las siestas en su cama mientras explicaba historias, y mucho más. ¿15 líneas? es poco para explicarlo, sólo puedo añadir que las echo mucho de menos.
Montse
Montse, fueron valientes. Mucho. No sé si lograremos hacer con nuestros nietos (si los llegamos a tener) la mitad de lo que ellas hicieron por nosotros.
ResponderEliminarLuchadoras natas que, a pesar de todos los palos de la vida, supieron regalarnos la mejor de sus sonrisas y el más cálido de los abrazos.
Es una pena ver cómo se acaba la vida (en ocasiones de formas tan crueles).
Biquiños gordos.
Totalmente de acuerdo, 15 líneas no son nada
Leles: Es verdad que 15 líneas no son nada (si son veinte, también lo publicamos), pero hay que poner un límite a los textos, porque cuando abrimos la tapa de los sentimientos hacia los abuelos, no acabaríamos nunca.
ResponderEliminarQue bonic el dibuix i el record de les àvies ^-^
ResponderEliminarÉs veritat, no acabariem mai més d'escriure...suposo que si mai arribem a tenir néts, també els ajudarem tant com podrem, sigui quina sigui la situació :)
Acabo de llegar de unas mini-vacaciones y me encuentro esto...me he emocionado al volverlo a leer...gracias, gracias y gracias.
ResponderEliminarMe encanta la ilustración, Carme, eres lo más.
Un gran abrazo
Apanona: Segur que sereu molt bones àvies!
ResponderEliminarMontse: gracias a ti por tu historia. Ha sido un placer leerla y hacerla extensiva a todo el mundo. Un abrazo.
por eso yo siempre digo que hay que valorar a las personas mayores.
ResponderEliminarDavid C: bienvenido. Estamos de acuerdo, hay que valorar la experiencia de las personas mayores. Nuestra sociedad parece no tener lugar para ellos.
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